lunes, 10 de febrero de 2014

NUTRICIÓN: DIETA Y SALUD CARDÍACA

Las estadísticas están ahí.
La enfermedad cardíaca es la principal causa de muerte en todo el mundo y se prevé que para el 2030 siga siendo la principal de las causas de muerte con 23.3 millones de personas en todo el mundo.
La mayoría de las enfermedades cardiovasculares (ECV) pueden prevenirse actuando sobre los factores de riesgo, como el consumo de tabaco, las dietas malsanas y la obesidad, la inactividad física, la hipertensión arterial, la diabetes o el aumento de los lípidos.
Deducimos de esto, que hay 2 formas que reducir el riesgo de ECV y que se resumen en: estar en buena forma física y comer bien. Sin embargo, las personas activas suelen creer que pueden saltarse las reglas de la nutrición en lo que a salud del corazón se refiere. Mucha gente supone que estar en forma les protege de enfermedad cardíaca. ¡Se equivocan!.


Incluso las personas más preocupadas por la salud y su forma física, pueden sentirse confusas ante los permanentes cambios y actualizaciones en la información sobre la salud cardíaca. 
Mucha gente se queda con la duda de saber cuáles son las verdaderas respuestas a preguntas como:
  • ¿Es mala la carne de vacuno?
  • ¿Qué sucede con los huevos?
  • ¿Debo comer mantequilla o margarina?
Desde luego que las respuestas dependen de cada persona, porque todos y cada uno tenemos una dotación genética distinta.
Yo creo, como médico, que no falta mucho tiempo para que se hagan las recomendaciones dietéticas a partir de pruebas genéticas. De momento, tenemos las sugerencias actuales para mejorar la dieta. 

Conozca sus cifras

No me canso de decirlo, las personas deben asumir la responsabilidad sobre su cuerpo. 
El colesterol es una sustancia cérea que se acumula en las paredes de los vasos sanguíneos de todo el cuerpo y contribuye a endurecer las arterias (arteriosclerosis). Tal acumulación, limita el riego sanguíneo al corazón y aumenta las probabilidades de sufrir una ataque o infarto.
Consumimos colesterol cuando comemos alimentos procedentes del reino animal; el colesterol forma parte de las células de los animales. Nuestro cuerpo también lo fabrica.
Puesto que la genética tiene un importante papel en la salud del corazón y de los vasos sanguíneos podemos alcanzar un nivel de colesterol en sangre que nos haga propensos a desarrollar una enfermedad cardiovascular, aunque tengamos una dieta saludable. 
Conociendo tus niveles de colesterol, puedes valorar el riesgo de padecer una enfermedad cardíaca. Pida una cita a su médico para que le haga unas analíticas y compruebe estos indicadores de salud. 
Una vez que conozcas tu nivel sanguíneo de colesterol, podrás determinar que tan estricta debe ser tu dieta. Por ejemplo, si tienes niveles bajos de colesterol y tus padres están vivos y sanos con 95 años , puedes preocuparte menos que una persona con 280 mg de colesterol y antecedentes de infarto cardíaco de su padre a los 54 años.




Comer bien para disfrutar de una buena salud cardíaca
El hecho de modificar la dieta diaria con el objetivo de incluir alimentos beneficiosos para la salud del corazón, podemos realizar pequeños cambios diarios que se van acumulando en el tiempo para marcar una gran diferencia a largo plazo. 
  • Sigue una dieta variada y un buen estilo de vida.
  • Esfuérzate en consumir una dieta rica en hortalizas, frutas, granos integrales y alimentos con alto contenido en fibra.
  • Consume al menos 250 g de pescado a la semana.
  • Limita la ingesta de grasas saturadas, grasas trans y colesterol. Podemos lograr este objetivo eligiendo carnes magras o alternativas vegetales. Productos lácteos desnatados. Limita la ingesta de bebidas y comidas con azúcares añadidos.
  • Elige preparar las comidas con poca o nada de sal.
  • Consume alcohol con moderación o no lo consumas. 
  • Cuando comas fuera de casa elige platos razonables. 

En fin, no estoy descubriendo la penicilina con todo lo que digo en las líneas superiores, pero es una información que parece que no termina de calar hondo en la sociedad occidental, dado que me encuentro en mi consulta y en urgencias con alarmantes cifras de pacientes que acarrean las complicaciones de las enfermedades cardiovasculares y que son perfecta y sencillamente prevenibles con pequeños cambios en la conducta diaria.
No dejaré de responder las 3 preguntas que aparecen en esta entrada. 

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